Este artículo es el segundo de nuestra serie de tres partes, La práctica del perdón: un poderoso catalizador para el florecimiento humano por Rachel Medefind. Lee la parte 1 aquí.
Investigaciones recientes confirman que el perdón es poderosamente bueno para nosotros como seres humanos. Es bueno para la mente, el cuerpo, el espíritu y las relaciones. Jesús nos guía hacia el perdón como un estilo de vida.
Sea cual sea el punto de partida, si queremos vivir una vida de amor y florecimiento, necesitamos aprender a perdonar. Cuando hemos sido heridos, no hay otro camino de regreso al amor que no sea el perdón.
Pero ¿qué pasa cuando perdonar parece casi imposible? Aunque el perdón es difícil, la falta de perdón es una carga aún más pesada.
La buena noticia es que, para quienes desean perdonar, pero luchan por hacerlo, existen modelos prácticos y respaldados por investigaciones que ofrecen una guía paso a paso para comenzar. Ya sea frente a lo que parece imperdonable o ante un simple desaire, estos pasos sencillos pueden repetirse una y otra vez para perdonar.
El modelo REACH: 5 pasos hacia el perdón
El modelo REACH del Dr. Everett Worthington ofrece un camino claro hacia el perdón, uno que puede aplicarse a heridas específicas y retomarse cuantas veces sea necesario.
Los siguientes cinco pasos son fáciles de aprender y practicar, y también son una excelente manera para que las familias enseñen a sus hijos sobre el perdón.
1. Reconocer la herida
El primer paso hacia el perdón es admitir que hemos sido heridos. Esto es crucial porque no podemos perdonar lo que no hemos reconocido. Es importante tomarse un tiempo para reflexionar sobre lo que ocurrió y el impacto que tuvo en nosotros.
2. Ponerse en el lugar de quien ofendió
La empatía es clave para ir más allá del enojo y el resentimiento. Este paso implica tratar de comprender la acción dolorosa desde la perspectiva de la persona que la causó. No se trata de justificar su comportamiento, sino de intentar entender sus motivaciones o luchas.
3. Ofrece el regalo altruista del perdón
El perdón es un regalo que ofrecemos libremente: puede retenerse o darse, y no depende de si la persona que ofendió se disculpa o no. Podemos extenderlo sin importar las acciones de la otra persona. De manera sorprendente, al perdonar descubrimos que el perdón nos beneficia tanto a nosotros como a quien nos hirió. Al soltar la amargura y el enojo, nos damos cuenta de que nosotros también recibimos un regalo.
4. Comprometerse a perdonar
Este paso implica tomar la decisión de comprometerse con el perdón. Significa renunciar al resentimiento o a la intención de buscar venganza en el futuro. El perdón no puede forzarse, ya que hacerlo solo generará presión y, probablemente, una expresión insincera. Aun así, podemos invitar a otros a considerar esta decisión o comprometernos a elegir un momento para pensar en perdonar.
5. Aferrarse al perdón
El perdón emocional toma tiempo. Puede que ya estemos decididos a buscar el bien de la persona que nos hirió, pero las emociones pueden tardar en sanar. A menudo, los sentimientos asociados con la ofensa vuelven a aparecer. Sin embargo, cada vez que regresen, podemos recordarnos que ya hemos perdonado. Los sentimientos no cambian esa decisión. Podemos mantenernos firmes en el perdón que ya hemos otorgado.
Que cada uno de nosotros pueda crecer como practicante del perdón. Y que, al hacerlo, recibamos los abundantes beneficios que Dios tan generosamente nos da cuando elegimos, con sincera sencillez, perdonar a quienes pecan contra nosotros.
Adaptado con permiso de Rachel Medefind y del CAFO Institute for Family Centered Healing and Health.
CONCLUSIÓN CLAVE
El perdón puede ser difícil para los niños que han experimentado trauma. Sin embargo, aferrarse a la falta de perdón puede ser aún más dañino para ellos. Apoya a tu hijo en su camino hacia el perdón con estos cinco pasos, hoy mismo.
ACTIVIDAD DE MOMENTOS COTIDIANOS™
Así como el perdón es una decisión, amar a alguien también lo es. Recuérdale a tu hijo cuánto lo amas la próxima vez que prepares una comida, jugando Amar sin medida. ¡Encuentra este juego y muchos más en la colección de actividades de Momentos Cotidianos™!
PREGUNTAS DE APLICACIÓN
- ¿Qué herida u ofensa específica en tu experiencia de crianza temporal necesita ser reconocida antes de que se pueda iniciar un verdadero proceso de perdón?
- ¿Qué significa ofrecer el perdón como un regalo gratuito, sin importar si la persona que ofendió se disculpa o cambia?
VERSÍCULO CLAVE
Luego Pedro se le acercó y preguntó: —Señor, ¿cuántas veces debo perdonar a alguien que peca contra mí? ¿Siete veces? —No siete veces —respondió Jesús—, sino setenta veces siete.
ORACIÓN
Padre celestial, ayúdame a reconocer con sinceridad mis heridas y traerlas a tu presencia sanadora. Concédeme la gracia de ofrecer perdón libremente, aun cuando sea difícil, confiando en que tu amor hace posible la plenitud. En el nombre de Jesús, amén.